Uno de los grandes misterios de la actualidad son unos extraños cráneos de cristal que han ido apareciendo en diferentes lugares del mundo, en distintas épocas ¿Quiénes los hicieron? Y, más importante ¿Qué significan?
Unos extraños cráneos de cristal han aparecido en diferentes partes del planeta, en diferentes tiempos. El más conocido fue el descubierto en 1924 por Anna Le Guillén Mitchell-Hedges.
Ella afirmó encontrarlo enterrado bajo un altar en un templo de Lubaantún, en Belice. El cráneo estaba hecho de un bloque de cuarzo transparente, de un tamaño similar a un cráneo humano pequeño con mandíbula separada.
Los misteriosos cráneos de cristal
A principios de los años 70, el misterioso objeto fue estudiado por el restaurador independiente Frank Dorland. Estimó que se cinceló en forma básica, usando diamantes y luego modelado, lijado y pulido. Según Dorland, tendría unos 12.000 años de antigüedad.
Años más tarde, el cráneo se examinó en laboratorios de cristales de Hewlett-Packard y después por el arqueólogo mayista, Norman Hammond. Este advirtió que los agujeros parecían hechos con herramientas metálicas.
El padre de Anna, el escritor F. A. Mitchell-Hedges, mencionó al cráneo en la primera edición de su autobiografía: El peligro, mi aliado. Ahí dijo:
«Tiene por lo menos 3.600 años de antigüedad y era empleado por el Sumo Sacerdote maya en ritos esotéricos. Se dice que cuando él deseaba la muerte con ayuda del cráneo, esta invariablemente ocurría».
Curiosamente, las siguientes reediciones sucesivas del libro no incluyen este pasaje.
Algunos expertos en lo paranormal afirman que los cráneos de cristal pueden realizar diferentes anomalías y «milagros». Entre ellos, está provocar visiones, curar enfermedades, incluso provocar la muerte.
Anna dijo que, con el que encontró, tuvo una visión del asesinato de J. F. Kennedy. Además, existe una historia que sugiere que, al reunir los 13 cráneos que supuestamente existen, el mundo evitará una catástrofe predicha en el calendario maya.
Poderes sobrenaturales
Autores chamnistas vinculan los cráneos de cristal con tradiciones de los nativos americanos. Otros incluso lo relacionan con la Atlántida.
Ninguna de estas teorías cuenta con un respaldo científico, pero siguen atrayendo a muchas personas alrededor del mundo. Esto demuestra que los cráneos, sean o no precolombinos, estén o no dotados de un poder mágico, poseen un magnetismo único.
Otros cráneos descubiertos se encuentran exhibidos en el museo de Smithsonian, en Estados Unidos y otro en el Museo Británico. Un cuarto cráneo se encontró en París, siendo vendido por Eugene Boban a Alphonse Pinart. Curiosamente, este es el cráneo más grande de todos.
A pesar de que muchos piensan que estos cráneos no son más que una invención moderna, el misterio detrás de ellos continúa. Y es que la ciencia no ha podido determinar, realmente, su verdadero origen.
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