Estos últimos días, España ha recibido una nevada histórica. Tras paralizar medio país, ha surgido un fenómeno viral sorprendente, no por lo extraño, sino por el excesivo revuelo que ha levantado el experimento de quemar nieve con un mechero.
Para comenzar hablando del experimento, y para quién no conozca sus entresijos, se basa en agarrar nieve virgen cerca de casa, apretarla cerrando el puño, para luego encender un mechero y quemar la bola.
El experimento, según los sorprendidos científicos noveles, debería de concluir en que una vez la llama impacta en la nieve, ésta, debería derretirse ante sus ojos.
Sin embargo, para su estupefacción, se genera una especie de negrura, más conocida como hollín, producida por la combustión del butano sobre la superfície sólida de la nieve compactada, no obstante, es de esa reacción química, de donde han surgido las especulaciones sobre que la nieve pueda estar repleta de microplásticos.
Además, en su proceso de pasar del estado sólido al líquido, la nieve, que supuestamente debería estar derritiéndose, es absorbida hacia la parte superior de la bola, dejando atónita a media España.
El experimento viral
¿Sencillo, cierto? Sí, mientras estés acostumbrado a la nieve en general, que es lo que parece ser, que ha sido uno de los problemas que ha generado el error.
España, país de retiro para ciudadanos de países nórdicos, no está muy acostumbrada a la nieve, excepto los bilbaínos, que conocen sobre la nieve y el frío más que los esquimales, bromas aparte.
Entonces, ¿De dónde ha surgido todo esto?
Bien, por resumirlo, el año 2020 ha hecho mucho daño a la psique humana y a la sociedad en general, y quizás, hemos perdido la brújula para saber lo que es verdad de lo que es mentira, y lo que es correcto, de lo que no.
Aunque, por supuesto, cuando el río suena, agua lleva, y quizás, no estemos tan desencaminados.
¿Geoingeniería y guerra climática?
¿Estás familiarizado con el término, geoingeniería? Pues bien, tras años de pruebas acerca de la manipulación climática por parte de la mayoría de gobiernos del mundo, no nos dejan más opción que sospechar de cualquier cosa que pueda venir del cielo.
En la misma línea, podemos hipotetizar acerca de si esta borrasca ha sido dirigida y/o amplificada, para avanzar o afianzar diferentes agendas, como la sanitaria.
¿Cómo? Con sustancias como el yoduro de plata, reconocido por gobiernos y medios de comunicación por igual. ¿Qué conveniente, no? ¿Con todo lo que ocurre a nivel sanitario, que caiga la mayor nevada en 400 años, verdad?
Para terminar, y habiendo planteado las dudas en cuestión, la pregunta final es la más fácil de plantear a los gobiernos del mundo, encantados de cobrar impuestos adicionales por ello. Y es la siguiente: ¿Dónde está el calentamiento global?
¿Dónde está ese “experto” de tertulia matutina, alarmando sobre golpes de calor, insolaciones, extinciones animales, diluvios por deshielo..? ¿Y Greta, dónde está Greta? Filomena la hecha de menos.
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