Cuando se habla de huellas de gigantes, ningunas son más claras como las tres que se encuentran en el templo de Ain Dara, en Siria
En cada cultura existen historias de seres altos, algunos amigables, otros sumamente salvajes. Pero para la historia ortodoxa, aquello no es más que fábula. Y por mucho tiempo se creyó así, hasta que se empezaron a encontrar huellas de gigantes.
Ahí entra el pequeño pueblo de Ain Dara, ubicado al noroeste de Alepo, en Siria. Este poblado es conocido por tener varias estructuras increíbles. Entre ellas el templo de Ain Dara.
Descubierto en 1955 al oeste del pueblo, los arqueólogos lo hallaron al encontrarse con un monumental león basalto.
Su descubrimiento propició una serie de excavaciones que se llevaron a cabo durante muchos años. Esto demostró que el templo era una pieza histórica única. Los estudios sugieren que se remonta a la cultura sirio-hitita, en la Edad de Hierro.
Las huellas de gigantes
Muchos hallazgos hechos en Ain Dara han sido sorprendentemente difíciles de explicar. Sin embargo, lo que se ha llevado toda la atención son unas huellas gigantescas en el suelo.
A pesar de que los arqueólogos tradicionales aseguran que estas huellas «fueron talladas», esto parecería carecer de sentido ¿Para qué tallar unas huellas de dichas dimensiones? ¿Representan a sus dioses?
Las huellas miden exactamente un metro de longitud y algunos estudios sugieren que no fueron talladas artificialmente, sino que son naturales.
Estas huellas de gigantes se asemejan a las encontradas en diferentes partes del planeta. Investigadores alternativos creen que esto es un «recordatorio» de que una época totalmente oculta.
Una donde los dioses caminaron sobre la Tierra, imponiendo su respeto con sus grandes dimensiones.
Similitudes con el templo de Salomón
Ain Dara cuenta con otra característica bastante llamativa; tiene un parecido casi idéntico al Templo de Salomón en Jerusalén descrito en la biblia. Tanto en tamaño y decoración.
Sin embargo, no es el único; los templos de Ebla, Emar y Munbaga también son bastantes similares al templo bíblico.
Se puede decir que todos estos templos pertenecieron a una tradición cultural mucho más amplia de lo que se cree, y de la que dominó la región durante años.
Hay que recordar que Mesopotamia es la cuna de nuestra civilización y donde nació una de las historias más impactantes del planeta.
Por esa razón tampoco es de extrañar que se encuentren huellas de gigantes en la zona, algo que podría no tener sentido si se desconocen la historia antigua del planeta.
La mitología, incluyendo la biblia, menciona en más de una ocasión a estos gigantes como semidioses, ángeles caídos o Nefilin, los cuales caminaron junto a los humanos, dejando sus huellas para que nosotros las estudiemos. Lamentablemente, el ser humano y sus guerras han «acabado con éste lugar.
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