Nuevos estudios científicos han detectado materia oscura evasiva. Esta es totalmente distinta a la materia que todos conocemos. Y han descubierto nuevos patrones de comportamiento que hacen más complejo el entendimiento de la misma. “La materia oscura es mucho más extraña de lo que pensábamos”, afirman.
Sabemos de su existencia por el efecto que produce en el universo sobre la materia regular, pero poco más. La materia oscura sigue representando hoy en día uno de los grandes misterios de la astronomía y de la física convencional, pues no sabemos del significado de su desarrollo ni de su existencia en sí. No obstante, ocupa más del 27% del universo. Los nuevos estudios demuestran que los anteriores conocimientos adquiridos sobre la materia oscura eran completamente erróneos. Fue en 2015 cuando un equipo de científicos alardeó emocionado de que habían encontrado en el universo una galaxia que había sido desprendida de la materia oscura que albergaba.
Esto concluyó en que debía ser un tipo de interacción de fuerzas con otro cúmulo de materia oscura y que hacía que hubiese comportamientos anómalos en la gravedad. Pero ahora los científicos han comprobado que esa galaxia concretamente no se desprendió de su materia oscura. Si bien la materia oscura ocupa un 27% en el universo y la materia regular ocupa el 5%, el restante, que es un 68%, es energía oscura. La energía oscura es todavía más extraña que la propia materia oscura. Y ambas son indetectables para el espectro de visión del ser humano y todavía hoy, también para la tecnología.
En teoría hoy, se dice que galaxias como la nuestra, la Vía Láctea, albergan materia oscura que existe dentro de distintos grupos y que nuestra galaxia no podría mantener firme su funcionamiento rotacional si no fuera por ésta. “La búsqueda de materia oscura es frustrante, pero eso es ciencia”, dijo el Dr. Richard Massey, que es profesor del Centro de Astronomía Galáctica de la Universidad de Durham.
Fue en el cúmulo de Abell 3827, en las observaciones a una galaxia cuando pareció que habían detectado materia oscura en el año 2015, a una distancia de 1300 millones de años luz. El “hallazgo” se realizó gracias al telescopio Hubble que orbita nuestra órbita terrestre. “Ahora tenemos nuevas esperanzas, y debemos continuar la caza para revelar la naturaleza de la materia oscura”, dijo Massey.
Los nuevos estudios se están llevando a cabo con el “Atacama Large Millimeter Array” (Alma), que se encuentra en Chile. Hasta ahora sólo habían podido demostrar su interacción con la gravedad, pero Alma captó luz infrarroja distorsionada en una de las galaxias del cúmulo Abell 3827, que pudo apreciarse con una mejor calidad de resolución y mapeó la ubicación de la materia oscura que no pudo ser localizada en el año 2015.
Esta materia podría estar en constante interacción con nosotros y nuestro sistema galáctico, lo que implica que podría estar dirigiéndose hacia nosotros. Si esto es así, pronto podría detectar que el resto de materia sustancial del universo también se mueve de un lado a otro, explicaron desde el gabinete de investigación. Este revelador trabajo será presentado durante la Semana Europea de Astronomía y Ciencia Espacial que tendrá lugar en Liverpool esta semana. Además, será protagonista del próximo número de la revista “Monthly Notices of the Royal Astronomical Society”.
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Miguel Á. Fuentes
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