Hoy presentamos la intrigante investigación del ufólogo Jorge Martín que sugirió que hay un «Laboratorio Extraterrestre» en Puerto Rico
Los supuestos restos de tres criaturas desconocidas cayeron en manos de agricultores locales en 1990, y las pruebas de ADN arrojaron resultados mixtos: las criaturas contenían genes de humanos, perros y el lagarto de Komodo.
Este descubrimiento llevó a Jorge Martín a especular que estaban involucrados experimentos con humanos y animales.
Lamentablemente, no hubo respuesta pero los ufólogos hicieron averiguaciones relevantes sobre la desaparición de personas y resultó que en los últimos 20 años más de 11.500 personas habían desaparecido en Puerto Rico.
El secuestro de Carlos Mercado
Era una calurosa noche de verano de julio de 1988 en la zona rural de Betanses, Puerto Rico. Tan caliente que un hombre llamado Carlos Manuel Mercado no podía dormir.
Entonces un extraño zumbido se unió a este resplandor, seguido de un golpe mecánico en la ventana, y eso fue suficiente para que Mercado se levantara del sofá y caminara hacia la ventana. Le sorprendió, porque eran muy diferentes, solo un poco como nosotros, pero no eran personas.
En el césped cerca de la casa, dos hombres tomaron a Mercado de la mano y lo condujeron por la carretera. Y tenía la misma nariz que los humanos, pero puntiaguda, y la superficie de su piel no era como la piel de personas pequeñas.
Este Doctor Capitán le dijo telepáticamente a Mercado que quería mostrarle algo y que no debía tener miedo ya que lo iban a traer de regreso sano y salvo.
Al mirar por una de las ventanas laterales, Mercado pudo ver el paisaje que pasaba rápidamente y pudo determinar que se dirigían hacia la cordillera de Sierra Bermeja, en particular una montaña llamada Monte el Cayul.
Cuando la nave aterrizó en una plataforma elevada, Mercado vio a muchos de los mismos seres humanoides dedicados a todo tipo de actividades.
Eran hombres pequeños y feos, con la cabeza un poco más grande que la nuestra y sin pelo. Sus rostros eran planos, su piel grisácea y sus rostros y manos estaban cubiertos de pequeñas verrugas o protuberancias. Tenían entre tres y cuatro pies de altura , delgados y vestían un mono de mecánico de la cabeza a los pies, de un color arena grisáceo cremoso.
Luego, el capitán invitó a Mercado a desembarcar de la nave y realizar un recorrido con él, durante el cual se le explicó el propósito de su base y la misión allí. Insistió en que le dijera a las personas ajenas a todo eso que no quieren conquistarnos ni dañarnos.
La criatura también le informó que hubo otras personas que recibieron el mismo mensaje, y que incluso hubo algunas personas que decidieron quedarse con ellos allí, en la base de la montaña.
Le dijo a Mercado que debía ir a contar la historia y contarle a la gente lo que aprendió allí ese día, y luego lo llevó de regreso a través de un túnel de montaña para dejarlo exactamente donde lo recogieron, cerca de su casa.
En diciembre de ese año, Mercado afirmó que estaba en Sierra Bermeja con su amigo Wilson Sousa cuando notaron una enorme nave triangular brillantemente iluminada que volaba por el cielo.
El incidente sacudió a Mercado, inmediatamente le recordó su extraño encuentro con extraterrestres en la misma zona y luego de eso decidió contarle su historia a Jorge Martín, quien se encontraba en la zona en ese momento y estaba investigando muchos otros avistamientos de ovnis que tuvieron lugar en la misma región.
¿Es éste el motivo por el cual desaparecieron tantas personas en solo 20 años? ¿Qué hay en Puerto Rico que se guarda con tanto secretismo? ¿Hay una base Alienígena en sus montañas?
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