Astrónomos han presentado evidencia de que hay planetas fuera de nuestra galaxia. Han encontrado uno a 31 millones de años luz de distancia y lo han llamado un planeta «extragaláctico».

Después de un gran esfuerzo de investigación y análisis de miles de señales, el equipo encabezado por Rosanne Di Stefano, del Centro de Astrofísica de Havard & Smithsonian, han detectado un planeta extragaláctico.
Los expertos descubrieron una gran caída en la luz de rayox X de la galaxia Remolino, mejor conocida como M51. Esto solo podía significar que habían encontrado un planeta más allá de nuestra galaxia.
Un planeta extragaláctico
Los investigadores lo han llamado M51-ULS-1b, y su hallazgo podría cambiar por completo la forma en lo que se buscan mundos fuera del sistema solar, la Vía Láctea y mucho más allá.
Di Stefano declaró en el portal ScienceAlert lo siguiente:
«Nos sentimos privilegiados de haber podido contribuir con este trabajo. Demuestra un nuevo método que puede ser utilizado por la comunidad para encontrar nuevos planetas tanto en la Vía Láctea como en otras galaxias.
Y nos sentimos humildes por el hecho de que el descubrimiento de un extroplaneta candidato en otra galaxia conecta este trabajo con una larga e interesante historia».
En el 2018, la astrónoma y su colega Nia Imara, ya habían demostrado que un exoplaneta podría tener un efecto diferente en un tipo de estrella binaria, llamada «binaria de rayos X».
Estos son pares de estrellas tan juntas, que ambas se alimentan del material de la otra, en un proceso que genera radiación X.
A pesar de que son brillantes, estas estrellas de acreción suelen ser muy pequeñas, como estrellas de neutrones o agujeros negros de masa estelar. Este tamaño podría permitir un eclipse total o casi total de la radiación X.
La astrónoma declaró que no sabían que existían planetas orbitando binaras de rayos X, pero que, por alguna razón, no parecía ilógico buscarlos.
El descubrimiento

Usaron observaciones de 3 galaxias diferentes; la galaxia Remolino o M51, la galaxia Molinete o M101 y la galaxia Sombrero o M104. Todas sacadas de 2 observatorios espaciales de rayos X, como lo son el Chandra y el XMM- Newton.
A partir de ello, extrajeron 2.624 curvas de luz binaria de rayos X y se pusieron a trabajar en busca de algún eclipse extroplanetario. Es decir, que fuese provocado por algún planeta extragaláctico.
Sin embargo, de las miles de señales, solo una era coherente con lo que el equipo buscaba; una binaria de rayos X ultrabrillante llamada M51-ULS-1, que constaba de un objeto pequeño ultradenso y un compañero masivo, como una estrella tipo B brillante y caliente.
El brillo de la estrella fue constante durante las observaciones, a excepción de un lapso de 3 horas en el que se oscureció.
Además, los niveles de brillo antes y después de la caída de luz fueron los mismos, lo que sugiere que algo externo provocó la atenuación y no una interacción dentro de la relación binaria. Ahora, necesitaban saber qué era esa influencia externa.
Entre las posibilidades, estaban pequeñas estrellas y enanas marrones, prestando especial atención a las nubes de gas, comunes en las binarias de rayos X.
Finalmente determinaron que el mayor ajuste para sus datos era el de un planeta extragaláctico del tamaño de Saturno. El cual orbita la binaria a una distancia de decenas de unidades astronómicas.
«La emoción creció lentamente. Al principio reconocimos la intrigante posibilidad, pero había muchas razones para ser cautelosos.
Tuvimos que considerar minuciosamente todas las alternativas, y el análisis completo involucró varias piezas diferentes, cada una de las cuales tenía que mostrar coherencia con la interpretación de un planeta, y descartar otras posibilidades».
Obviamente aún falta mucho tiempo para que la comunidad científica confirme en su totalidad que se trata de un planeta extragaláctico. Sin embargo, Di Stefano está convencida que todos los datos recolectados llevan a esa conclusión.
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