La Antártida es un lugar inhóspito y que aun guardan muchos secretos. Su cruel temperatura la convierten en uno de los lugares menos explorados de la Tierra y, gracias a ello, podrían existir instalaciones secretas como el famoso Área 122.
Ubicada en la Isla de Ross, el área pertenece al Área Especialmente Protegida de la Antártida, o ASPA, por sus siglas. Existen un total de 170 ASPAS en la Antártida, todas destinadas a la investigación científica… pero ninguna como el Área 122.
El Área 122 y el misterio de sus instalaciones
Existen muchas teorías alrededor de este misterioso laboratorio. Una de las más conocidas es que está enfocada en la búsqueda de vida extraterrestre, aunque esto no ha podido ser confirmado.
La instalación secreta ayuda a los científicos a trabajar de manera tranquila, sin medios de comunicación o terceros irrumpiendo o intentando descubrir qué hacen. Así, pueden enfocarse en explorar la aurora boreal y la capa de ozono con libertad.
La instalación posee una cúpula muy similar al de un sistema de radar, pero el interior es totalmente inofensivo y nada misterioso. Los expertos se mantienen en contacto frecuente con sus familiares, empleados y amigos a través de un sistema satelital.
Sin embargo, dentro de toda esta muestra de transparencia, sí existe algo que ha causado inquietud en los teóricos, y es la excesiva vigilancia militar que existe en la instalación ubicada en lo más profundo de las montañas.
Estas instalaciones en específico son conocidas como el Área 122 y a diferencia de la zona principal, tiene un control militar las 24 horas del día, además de estar completamente sellada.
Se han filtrado relatas que no existe forma de que alguna persona sin autorización se adentre a la base. Los soldados de guardia arrestan a cualquier persona de manera inmediata y, lo más probable, es que lo lleven a salas de interrogación para saber el por qué se su infiltración.
El secretismo en la Antártida
El Área 122 es operada por el programa Antártico de los Estados Unidos y la Antártida de Nueva Zelanda. El equipo de investigación tiene que trabajar con computadoras que no posee puertos USB, sino con unidades de disquete antiguos. Esto para que no puedan extraer información.
Las claraboyas de esta instalación se distribuyen por el techo, ofreciendo acceso directo al mundo fuera del laboratorio. En la esquina existe un espectrómetro de Dobson, con un periscopio grande que sobresale de él.
Este espectrómetro se usa para analizar la capa de ozono, mientras que los otros instrumentos exploran la atmósfera superior y la aurora boreal.
Desde 1959, 122 científicos neozelandeses han estado trabajando en el Área 122, cerca de la estación de investigación estadounidense, McMurdo.
Esta estación es la más grande, tanto en infraestructura como en logística de toda la Antártida, operada por el Programa Antártico de los Estados Unidos desde 1955.
Los misterios detrás de esta instalación del Área 122 siguen tan vigentes como en el pasado. A pesar de que muchos investigadores han intentado conseguir acceso a su interior, la seguridad supera con creces todo lo esperado ¿Qué ocultan con tanto recelo?
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a quien se escribe para que lo manden a uno de voluntario a la antartida para trabajar de cientifico …………..