Una misteriosa huella de zapato hallada en un terreno de Pizarra, has sido estudiada por los expertos, siendo datada hace 200 millones de años.
Muy cercano a Antílope Springs, en el estado de Utah, EE.UU. para el año de 1968, William J. Meister, un dibujante y coleccionista de trilobite encontró una huella de zapato muy particular.
Cuando Meister abrió el bloque de pizarra, se encontró con la marca de una huella de un zapato y dentro de ésta, se encontraban fósiles de trilobites. Cabe mencionar que los trilobites son una especie de artrópodos marinos que ya están en extinción.
Una huella de zapato con millones de años
Meister publicó un artículo haciendo una descripción sobre su descubrimiento en Creation Research Society Quarterly. La pizarra con la huella del zapato tenía una aproximación entre los 505 a 590 millones de años.
La descripción era la siguiente:
«Se encontraba incrustada en la Piedra de pizarra la marca del tacón 3 milímetros más que el total de la huella del zapato, se supone que podría ser del pie diestro, ya que se muestra más desgaste del lado derecho del tacón.»
Se hacía mención en ese mismo artículo, que Doctor Clarence Combs proveniente del Columbia Union College de Maryland, y al geólogo Maurice Carlisle, quien había visitado la zona del hallazgo el 4 de julio de 1969.
Carlise, después de realizar algunas excavaciones, encontró una capa de barro en el mismo nivel de la huella del zapato. Así se convenció de la consistencia de la pisada fósil, el barro demostró que el pie que ejecuto la huella estuvo en alguna oportunidad sobre la superficie.
Como era de suponerse los científicos no aceptaron el descubrimiento, argumentando que solo se trataba de una rareza, quizás provocada por la erosión y el paso de la naturaleza.
Un caso similar, también rechazado
Un interesante artículo publicado por el diario New York Sunday American, el 8 de octubre de 1922, el cual se tituló «El misterio de la suela de zapato petrificada hace cinco mil millones de años de antigüedad», habla de un hallazgo similar.
El artículo comunicaba como el geólogo e ingeniero de minas John T. Reid de manera inesperada, se había tropezado con una impresionante huella en Nevada, cuando buscaba fósiles. Tras el examen se concluyó que se trataba de una huella de zapato.
Una huella en el que se podían adivinar las marcas del hilo de coser utilizado, y las marcas que dejo en el talón el roce continúo.
El geólogo llevo su insólito fósil a Nueva York, al Museo Americano de Historia Natural. Tratando de que se interesaran en su descubrimiento. Sin embargo, fue desacreditado con las siguientes palabras:
«La huella es la mejor imitación de un objeto artificial que jamás hayamos visto».
Sin embargo, debieron reconocer que el sedimento donde había aparecido la huella pertenecía a la era triásica.
Inconforme Reid con el dictamen dado por la comunidad científica, logro que se le practicaran nuevos análisis y fotografías, trabajo realizado por un químico de del instituto Rockefeller. Arrojando de nuevo la respuesta de que la suela era obra humana
¿Cómo es posible que una huella de zapato apareciera cientos de millones de años antes de que se inventaran? Peor aún ¿Antes de que los humanos caminaran por la Tierra?
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Desgraciadamente la Historia a caído en manos de los intereses de los farsantes, que se quieren enriquecer manipulando, los verdaderos Hechos de los acontecimientos reales.
También hay unas huellas fósiles de pies descalzos humanos detrás de unas de algún tipo de dinosaurio.