La existencia de gigantes siempre ha sido un tema polémico para la arqueología, pero hallazgos como la «Ciudad Subterránea» descubierta en el Gran Cañón demostrarían que «la verdad siempre sale a la luz».
A comienzos del siglo pasado, el explorador GE KInkaid descubrió la entrada de una misteriosa ciudad subterránea de gigantes.
Un artículo publicado en la Gazeta de Arizona el 5 de abril de 1905, menciona la existencia de una civilización antigua que vivió en el territorio de El Gran Cañón hace miles de años.
Los miembros de esta civilización tenían tamaños desproporcionados. Y eso lo demuestran la gran cantidad de estructuras colosales que dejaron a su paso.
Ciudad Subterránea de Gigantes
El artículo menciona que su hallazgo fue accidental. GE Kinkaid hacía rafting por el río Colorado cuando se topó con ella. El explorador y arqueólogo contaba con un gran capital financiado por el Instituto Smithsonian, por lo que no dudó en comenzar la exploración.
De acuerdo a las descripciones hechas por él, la entrada a la misteriosa ciudad estaba al final de un túnel que se extendía hasta unos 1600 metros bajo la tierra.
La casi inaccesibilidad de la entrada era algo realmente sorprendente. Estaba a unos 450 metros bajo el pico del cañón. La zona estaba totalmente protegida por el gobierno y se multaba a cualquiera que intentara entrar.
Los detalles de la arquitectura encontrada en el lugar sugirieron a los expertos que aquellos que la construyeron debieron usar ingeniería avanzada.
El centro estaba formado por una cámara de dimensiones colosales. De este emanaban pasillos que formaban una especie de «rueda».
Las paredes de la cámara principal tenían armas de cobre y tablillas cubiertas por símbolos y jeroglíficossimilares a los egipcios.
Pero lo que más sorprendió a los expertos fue el hallazgo de momias gigantes resguardadas en el interior de la ciudad. El cuerpo más pequeño medía 2.74 metros de alto y todas estaban cubiertas de un tejido de lino oscuro.
¿Posible conspiración?
Kinkaid tomó fotos de una de ellas gracias a su linterna. Pero ninguna de las imágenes «se encontraron» tiempo después.
A más de 30 metros de la entrada, una sala en forma de cruz de varios metros de largo almacenaba una especie de monumento a un dios desconocido.
Estaba sentado con las piernas cruzadas y con una flor en cada una de sus manos. El rostro parecía ser oriental, lo que hacía recordar a Buda. Sin embargo, los expertos no pudieron encontrar otra semejanza.
El artículo de la Gazeta de Arizona también mencionó el hallazgo de esculturas de cerámica y otros artefactos fabricados en diferentes partes del planeta.
Esto ha llevado a pensar a los expertos que lo más probable es que se trate de una especie de mezcla de diferentes culturas. Algo nunca antes visto en la arqueología.
La última cámara que se pudo explorar era una especie de cripta ceremonial, la cual estaba en el extremo del a gran sola donde estaban las momias.
Obviamente el artículo en cuestión no da muchos detalles sobre el hallazgo. Tampoco se han podido encontrar otras versiones o declaraciones de los oficiales que participaron en su descubrimiento.
Smithsonian asegura que no tiene ningún tipo de información sobre la existencia de la ciudad subterránea de gigantes.
¿Se trata de un simple artículo inventado? ¿Una historia de ciencia ficción? Es algo que no podremos confirmar.
Sin embargo, el resto de hallazgos en todo el mundo nos dan a entender que la posibilidad de que el descubrimiento sea real y haya sido víctima de un encubrimiento.
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