Basados en datos del telescopio espacial Kepler y la misión Gaia, un equipo de científicos ha deducido que podrían haber más de 300 millones de planetas habitables en nuestra galaxia.
Escrita en 1961 por el Dr. Frank Drake, la ecuación homónima es la fórmula más famosa en la búsqueda de civilizaciones tecnológicas que podrían comunicarse potencialmente con la Tierra por medio de radio señales.
El cálculo está basado en un número de factores, incluyendo la tasa de formación estelar, la fracción de estrellas que tienen planetas, cuántos planetas habitables tiene una estrella..
También el número de mundos capaces de desarrollar vida, el número que producirán vida inteligente y luego tecnológica, y la expectativa de vida de una civilización.
El problema yace en que no se tiene la certeza de ninguno de los anteriores factores. Algunos son meras estimaciones y otros pura especulación.
El resultado es que la ecuación de Drake estima que hay entre 1 y 100 millones de civilizaciones tecnológicas en nuestra galaxia —un rango que no ayuda mucho—.
En un esfuerzo por refinar un poco las cosas, investigadores del instituto SETI y la NASA utilizaron datos de la misión Kepler para producir una estimación más confiable de uno de los factores: cuántos planetas habitables hay en la galaxia.
Para responder esto, el estudio se concentró en los exoplanetas que tienen un tamaño similar al de la Tierra, orbitan estrellas similares al Sol en edad y temperatura, y se encuentran en la zona habitable donde pueden tener agua líquida en superficie.
A diferencia de estudios previos, la nueva investigación ha pulido el factor de zona habitable al incluir no solo la distancia a la estrella, sino también la cantidad de luz que recibe el planeta.
Esto fue logrado al combinar datos del cazador de exoplanetas Kepler con aquellos de la misión Gaia, que miden la cantidad de energía que emite una estrella anfitriona.
En consecuencia, se obtuvo un número de más de 300 millones de planetas potencialmente habitables en la Vía Láctea —estando algunos de estos a tan solo a 30 años luz de la Tierra—.
No obstante, este número podrá refinarse más aún en los próximos años, cuando ganemos un mayor entendimiento de cómo la atmósfera de un mundo puede afectar su capacidad de albergar agua líquida.
Los científicos dicen que en sus análisis usaron estimaciones conservadoras para este tipo de impacto atmosférico, lo cual podría contribuir a esfuerzos futuros en tal sentido.
«Saber qué tan común son los diferentes tipos de planetas es extremadamente valioso para el diseño de las futuras misiones cazadoras de exoplanetas», explicó la coautora del estudio Michelle Kunimoto.
«Sondeos apuntados a mundos pequeños y potencialmente habitables alrededor de estrellas como el Sol, dependerán de resultados como estos para maximizar sus oportunidades de éxito».
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