Este sábado, tres asteroides pasarán cerca de la Tierra en rápida sucesión, según datos del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA.
El primero de los asteroides (2018 VS1), que se estima que tiene entre 43 y 92 pies de ancho, se aproximará a 861,700 millas de la Tierra, viajando a velocidades de alrededor de 23,700 millas por hora. En relación con nuestro planeta, más rápido que muchos cohetes.
La segunda roca espacial (2018 VR1) se acercará más de 15 minutos después, pero a una distancia mucho mayor: un mínimo de 0.03366 Unidades Astronómicas (UA), o 3,128,892 millas. (Una UA es igual a la distancia promedio entre la Tierra y el Sol o 93 millones de millas). El 2018 VR1 tiene aproximadamente el mismo tamaño que el asteroide que lo procede, aunque un poco más grande, midiendo entre 46 y 98 pies de ancho, pero se moverá un poco más lento.
Y el asteroide final, el 2018 VX1, es el que se acercará más de los tres a la Tierra, potencialmente a 237,037 millas. Esto puede parecer una gran distancia, pero es relativamente insignificante en términos espaciales. De hecho, esto traerá al objeto justo dentro de la distancia promedio entre la Tierra y la Luna, que es de aproximadamente 238,900 millas.
2018 VX1, es el más pequeño de los tres objetos, sin embargo, mide entre 26 y 59 pies, y también se desplaza más lento con «solo» 13,556 millas por hora. Los objetos cercanos a la Tierra son asteroides o cometas cuyas órbitas los llevan a unos 121 millones de millas del Sol y se acercan a la Tierra.
Si la órbita de un NEO en el momento de su descubrimiento es tal que existe una posibilidad (generalmente pequeña) de que choque con la Tierra y cause un daño significativo, se lo califica como «potencialmente peligroso», según la Enciclopedia en línea de Astronomía de Swinburne.
El asteroide u otro objeto debe tener una distancia de acercamiento mínima de menos de 0.05 UA, o aproximadamente 4.6 millones de millas, para ser clasificado como tal, además de tener al menos 460 pies de diámetro. Si un asteroide de este tamaño se estrellara en nuestro planeta, causaría una devastación en la escala de países enteros si golpeara la Tierra, o un tsunami importante en el caso de un impacto oceánico. Aparte de la destrucción masiva que resulta del impacto inicial, el clima global se vería afectado, lo que llevaría a la caída generalizada de las cosechas y la pérdida de vidas, entre otros efectos.
Una vez que se descubren asteroides u otros objetos potencialmente peligrosos, son monitoreados continuamente por observatorios de todo el mundo. Con el tiempo, sus órbitas pueden verse interrumpidas por interacciones gravitacionales con otros planetas o cuerpos, lo que aumenta o disminuye el riesgo de una colisión.
Pero a pesar de que las órbitas de los «asteroides potencialmente peligrosos» son inciertas, «es posible estimar el tamaño de estas incertidumbres y colocar los límites correspondientes en la distancia y el tiempo de aproximación», según la NASA.
En total, el número de NEO conocidos supera los 18.000, de los cuales más de 1.800 se consideran potencialmente peligrosos. Los investigadores han detectado alrededor del 90 por ciento de los NEO de más de un kilómetro de tamaño, ninguno de los cuales se prevé que colisionen con la Tierra. Sin embargo, se cree que hay muchos NEO más pequeños que actualmente que no se tienen en cuenta.
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