Breakthroug Initiatives, entidad responsable del proyecto Starshot, acaba de firmar un importante acuerdo con el Observatorio Europeo del Sur (ESO) que dispone en Chile de algunos de los mayores telescopios del mundo.
Quizá muchos recuerden el espectacular anuncio del pasado mes de abril, cuando el mismísimo Stephen Hawking presentó en Nueva York el proyecto Starshot para enviar un enjambre de «mini sondas espaciales» hasta Alfa Centauri, el sistema estelar más próximo a la Tierra, a solo 4,3 años luz de distancia. Se trataba de poner en órbita un millar de estas pequeñas naves, no mayores que un teléfono móvil, pero con la capacidad de desplegar, cada una, una vela de varios metros cuadrados, que recibiría el impulso de una batería de rayos laser instalados en Tierra. De esta forma, el enjambre saldría disparado hacia el espacio, a una velocidad equivalente al 20% de la de la luz, y tardaría solo 20 años en cubrir los más de 40.6 billones de km. que nos separan de la estrella vecina del Sol. La iniciativa, privada, está impulsada por un grupo de multimillonarios, entre ellos el filántropo ruso Yuri Milner y el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg.
Poco tiempo después, a finales de agosto, el hallazgo (anunciado por el español Guillem Anglada-Escudé) de un planeta parecido a la Tierra (Próxima b) y potencialmente habitable alrededor de Próxima Centauri, una de las tres estrellas de ese mismo sistema estelar, redoblaba el interés por llegar hasta allí. De hecho, ya no se trataba solo de hacer realidad el sueño del primer viaje interestelar de la raza humana, sino también el de la primera visita a un planeta extrasolar. Uno, además, que guarda extraordinarias similitudes con la Tierra. No deja de resultar increíble que precisamente el mundo que tenemos más cerca de todos sea uno de los pocos con el potencial de albergar vida…
Ahora, Breakthroug Initiatives, entidad responsable del proyecto Starshot, acaba de firmar un importante acuerdo con el Observatorio Europeo del Sur (ESO) que dispone en Chile de algunos de los mayores telescopios del mundo. ¿La razón? Adaptar los instrumentos del VLT (Very Large Telescope) para llevar a cabo una búsqueda exhaustiva de planetas en el sistema de Alpha Centauri. Y serán esos planetas, precisamente, los principales objetivos de las mini sondas espaciales del proyecto Starshot.
El acuerdo se centra en la búsqueda de mundos potencialmente habitables, además del ya descubierto Próxima b, alrededor de estas tres estrellas cercanas. De hecho, saber dónde se encuentran exactamente los exoplanetas del sistema estelar más próximo a nosotros será de la máxima utilidad a la hora de lanzar las mini sondas. Pero detectar un planeta habitable supone, hoy por hoy, un tremendo desafío científico, debido principalmente a que el brillo de las estrellas anfitrionas tiende a eclipsar la débil luz que nos llega directamente de los planetas. Una forma de facilitar las cosas consiste en observar en el rango del infrarrojo medio, ya que en esas longitudes de onda las diferencias de brillo entre los planetas y sus estrellas se reducen de forma drástica. Aún así, incluso en el infrarrojo medio la estrella sigue siendo millones de veces más brillante que los mundos que tiene en órbita, lo que requiere aplicar técnicas que permitan reducir aún más el cegador brillo estelar.
Y eso es, precisamente, lo que se pretende que consiga hacer el instrumento VISIR instalado en el VLT. Utilizando óptica adaptativa junto con una técnica llamada coronografía, el gran telescopio europeo será capaz de reducir considerablemente la luz estelar y centrarse en la detección de señales potenciales de planetas terrestres. Breakthrough Initiatives se ha ofrecido a pagar una buena parte del coste de las tecnologías necesarias para la adaptación del telescopio, así como los del desarrollo de todo el experimento. El observatorio europeo, por su parte, proporcionará las capacidades y el tiempo de observación necesarios.
El nuevo hardware incluye nuevos módulos de instrumentos, sensores y dispositivos de calibración, así como un nuevo coronógrafo, que será desarrollado en conjunto por las Universidades de Lieja, en Bélgica, y Upsala, en Suecia.
La detección y el estudio de planetas potencialmente habitables alrededor de estrellas lejanas será, además, uno de los principales objetivos del futuro Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT). Sin embargo, y aunque ese enorme instrumento será esencial para obtener imágenes de planetas muy lejanos, las capacidades del actual VLT son más que suficientes para localizar mundos alredodor de las tres estrellas del sistema Alpha Centauri. Todo parece listo, pues, para el comienzo de una nueva etapa de la historia espacial: el salto a las estrellas.
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